lunes, 23 de julio de 2007

EL LAVADO

La suciedad es uno de los principales enemigos del buen funcionamiento de nuestra burra. No te descuides y mantenla siempre limpia.
Lavar la burra es una acción en la que todos nos hemos aventurado alguna vez, pero hacerlo de forma incorrecta puede causar más perjuicios que beneficios a la burrita. Limpiarla no es complicado, no requiere técnicas especiales ni tampoco necesitas un manual para hacerlo, pero siguiendo unas pautas nos aseguraremos de hacerlo bien, sin ocasionar daños involuntarios.


Por ejemplo, un dato a tener en cuenta, la frecuencia: no necesitas lavarla tras cada salida, si está un poco sucia de barro o polvo bastará con pasarle un trapo y limpiar y engrasar la cadena. Mojarla a menudo facilitará la aparición de óxido, los tornillos se quedarán bloqueados, la grasa irá desapareciendo...
La manguera: mejor a poca presión. Sí, ya sabemos que las máquinas de alta presión de la gasolinera la dejan como nueva, pero el agua entra en todos los rincones y expulsa la grasa de los rodamientos, entra por las botellas de la horquilla, etc... Porque la utilices de vez en cuando no pasa nada, pero no te acostumbres a su comodidad. Lo mejor es manguera, cubo y esponja.
Los limpiadores: nada de disolventes agresivos para petrolear motores de coches, pues pueden atacar a la pintura, las pegatinas, los retenes o juntas e incluso al aluminio. En el mercado existen productos específicos para desengrasar cadenas, abrillantadores para los pulidos..., y además biodegradables para conservar el medio ambiente. Conjuntados con una buena esponja y un cepillo para arrancar la suciedad más rebelde será suficiente.

En remojo: con la manguera a baja presión moja bien toda la bicicleta para ir ablandando la suciedad, sobre todo si tiene acumulaciones de barro seco. Déjala reposar un rato para que el agua "cale" bien...

Primero la transmisión: la transmisión es lo primero que hay que limpiar porque es lo que más porquería tiene, con un buen desengrasante. Pulveriza en coronas y los platos a la vez que pedaleas hacia atrás para repartirlo. Déjalo actuar.

La cadena: existen útiles especiales y efectivos para limpiar la cadena, como el de la foto. Si no dispones de él, utiliza el mismo desengrasante. Déjalo actuar unos 5 min. y cepilla toda la transmisión para arrancar la suciedad.

Primer aclarado: tras limpiar bien toda la transmisión con el cepillo o una esponja si la necesitases, llega el momento de aclarar los restos del desengrasante, con la manguera o un cubo. Siempre a baja presión.


TRUCOS
  • Si no quieres que se moje el sillín al lavar la burra puedes protegerlo con una bolsa plástica de las de supermercado para mantenerlo seco. Si es de piel también requiere sus cuidados; en el mercado hay productos especiales para mantenerla hidratada y evitar que se agriete.
  • El mismo truco anterior lo podemos aplicar para los puños, ya que a veces entra agua por debajo y se giran o si son de espuma absorben y absorben...
  • Indudablemente el agua entrará entre las fundas y los cables. No olvides sacar las fundas de los topes del cuadro y secar y engrasar los cables en la medida que puedas.
  • Al igual que hay que limpiar la pista de frenado de las llantas para eliminar los restos de goma de las zapatas, también hay que limpiar las zapatas para quitar lo que pueda tener incrustado (trocitos de aluminio de la llanta, arenilla...).
  • El mejor truco es un buen engrase después del lavado. La cadena, los cables, los ejes de giro de los cambios, externamente las suspensiones, o los pedales son puntos que no puedes olvidar. Pero sobre esto ahondaremos en el siguiente artículo.
  • Aunque lo ideal es un jabón específico, el típico lavavajillas presente en todas las casas es un excelente sustituto, que combinado con la esponja y el cubo de agua dejará la burra como nueva.
NOTA: información obtenida de BikeWrench.

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